A todo o nada.

…

El Todo es el riesgo

La Nada, sosiego;

conservador consuelo

que calza generoso al hombre asustado

como anillo al dedo;

y afianza la alianza de no perder nada

por sostener lo ganado,

al precio desprecio de no volver a ganar tampoco

ninguna otra jugada.

Y descansa en su seguridad

de saberse impenetrable,

y sonríe en su verdad

de la certeza que nunca jamás

llegará a equivocarse,

no cargará con errores ni reproches de nadie.

…

El Todo es jugado,

camino sinuoso,

generalmente, no señalizado;

de miedos absurdos hasta por las dudas,

de corajes zarpados,

de fantasmas de tedijes futuros,

de azotes de novistes pasados…

Y corta de cuajo.

Y quema las naves con los ojos cerrados,

porque el fuego arde,

porque las cenizas lo reflejan desamparado.

Y ahí va Todo,

sabiendo que toma un camino bifurcado;

una ruta lo lleva a su nombre,

por la otra se encontrará cara a cara

con su opuesto en las manos.

…

Y así se nos ríe el destino de vez en cuando,

susurrándonos al oído,

parados temblorosos al borde del abismo,

describiendo el paraíso que nos espera abajo

… al que solo se puede llegar …

Saltando.