La indómita luz de Charly
enfocó de golpe al culpable;
caía desde los huesos una verdad inventada,
sudaba el noticiero revelaciones postergadas,
volviéndome locamente cuerdo
sin ayer ni pasado mañana.
Como flechas a voz lanzadas
cintureando algún trago amargo;
así conté hoy los engaños
de nuestra patria televisiva,
paseando perpleja en diapositivas,
nadando en las penas de crédulos mansos.
Oí por ahí que los gestos hablan
y las palabras se hicieron para mentir…
“Napoleones que juraban lo injurable”
y tranquilos se van a dormir.
Duros como tapir
los muy animales juegan a gatos pardos,
le asoman el hocico a la mañana
cargándose inocencias en la espalda;
murciélagos de sol, pero siempre ratas,
mientras su pudor se torna bizarro.
Pero tarde o temprano se vuelve al barro
y hasta el mejor gourmet cuece habas,
ergo, cuidemos nuestra retaguardia
que nadie le escapa a la mirada de esa mina armada
de venda, balanza y espada;
viva en el country, en el 4º F o en el fango.
Y yo me pregunto si es la mentira en este pais
pura marihuana permitida,
libre vicio perseguida
que soltada con hambre de aguamarina,
indefectiblemente, se vuelve negra turmalina
sin talismán que nos mantenga a resguardo.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario