viernes, 17 de agosto de 2012

Buen viaje.

Llegue tarde.

Por dar vueltas para arreglarme,

por no decidir si saludar con la mano,

con un abrazo lejano

o tirar a quemarropa todo mi bagaje.

Y se llevó un maletín de respuestas

como todo equipaje,

arrancó su sonrisa de la boca entreabierta,

marcó aún más su huella

para no dejar dudas

de su paso por mis tierras;…

Solo dejó las migas de su presencia imperfecta

y levantó vuelo en silencio,

porque nunca nos gustaron las despedidas;

se fue sin contestar preguntas

para no responder con mentiras,

como quien habla de la muerte como parte de la vida.

Llegue tarde para verlo partir

pero podría jurar que no miró atrás,

no conocí ser humano mas convencido

de meta, camino y destino

dónde llegar.

Y aunque levanté mi mano para saludar

ya se había ido

entonces, como siempre,

en voz muy baja le dije:

- Viajá tranquilo, ya nos encontraremos, mi querido.

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