jueves, 8 de noviembre de 2012

Quiero.

Envuelvo tus ojos en el hueco de mis manos
que se mojan de regocijo de saberlos tan humanos.
Le gano al viento y acaricio tu frente
borrando con las yemas la tristeza de lo amargo;
quiero cubrir cada encargo con el valor del jinete,
quiero cabalgar como huestes
hasta salir del fango.

No entra el sol a colorear tus mejillas
-aunque siempre andan algo coloradas-
tal vez esté esperando que salgas a encontrarlo...
porque él no se esconde,
solo que, a veces,
alumbra desde otro lado.

Quiero reír esa sonrisa de dientes muy blancos
y esas muecas que tiemblan cada tanto.
Te veo en la transparencia pegando el salto,
falta poco.
y yo, donde esté... voy a llorar felíz.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario