Ella. (mi pequeña ala)

Hay una mirada
que se me sienta en la cama
mañana tras mañana,
dándome el porqué de cada día,
tan suya y tan mía,
tan de la vida aunque quiera enlazarla.
Hay una voz
que le susurra al oído de mi alba
con el sonido de las lunas
que esperé para escucharla,
cantándome el despertar de las ranas.
Hay un abrazo
tatuado en mi espalda
con perfume a nuevos vientos
y a flores girasoles que saben de agua.
Hay un amor
que no sabe de distancia
que vive a través de ese ruido
que solo atrae calma.
Hay un cuerpo
que es parte del mío
y, sin embargo,
es libre como todas las enseñanzas.
Hay Ella en todo mi ser,
con la sabiduría que sabe crecer
esta hija de mi alma.
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