Viajo a lomo de cajas rotuladas,
de despedidas prefijadas
de campo abierto y ruta ancha.
Carga l`uomo lo que junté en mis dias,
lo que no vendí ni regalé en mi vida,
lo que por conservar no añoro pero alimenta añoranza.
Cada vez que uno salta embiste una recorrida,
el salto no es todo, y todos son viajes de ida,
y siempre son despojos,
de ojos cerrados,
de los que no se puede volver ni un poco.
Camino firme y segura sobre mis piernas que tiemblan,
levanto la cabeza y me planto una vez cruzada la senda
… y pienso:
cuantas veces caminamos sin reportar los cambios
sin anotar los tantos;
crecemos, criamos,
nos ganamos la vida sin haberla perdido de antemano
nos formamos… en la forma que podamos
y nos podamos,
para seguir con mas fuerza aunque no lo sepamos.
Dejo mi rastro en la cuna, sin abandonarlo.
Dejo mis labios en la luna, besando mis sueños dorados
y abrazo a mi gente, sin distancias que alejen mi mente
ni geografia que haga estragos.
Viviendo dos lados, amplié mis manos,
mudé mis pies para seguir andando…
y caigo en la cuenta, que sin darnos cuenta
nos vivimos mudando.
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