Descanso de sesos a la luz del día,
relajo de huesos que prometen aflojar,
compendio de excesos encontrando la salida;
ya han lamido las heridas que empiezan a sanar.
Esa resaca que saben degustar los que caminan en la vida.
Ese dulce gustito a sal.
Esos rulos con gomina
que aparenta y no domina
el desorden intracapilar.
Ese sueño despierto de la tarde
que no duerme ni desvela
ni sabe decomisar,
planta bandera,
pide letra y vuelve a escena...
A quién se le ocurre bajarse antes de actuar?
.
Buenísimo, me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos...
Gracias, me alegra que te guste.
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