viernes, 26 de abril de 2013

Soledad. (recreos de la vida cotidiana)


Dos giros de llave y la puerta que se abre,
me recibe un zumbido, un intento fallido
de la ausencia del aire.
Es todo silencio y la brisa del viento
que entra y sale
por cada ventana, por cada bocanada,
que susurra plácida que aquí no hay nadie.
Suelto la cartera, cuelgo la campera
y me envuelvo en esencia de coco,
después de un día de tanto poco…
Un descanso en la nada disfruta de la casa
inventando un rato de ocio
sobre un sillón de antojo que abraza.
Son estos rincones que le sobran razones.
Son estas horas que revuelven canciones.
Es este descanso de obligaciones,
una suelta de gaviotas que bailan en la sala.
Me paseo en pantuflas y remera pijama,
lanzo sueños dormidos,
despiertan su nido y les crecen alas;
viven por un instante
su minuto de gloria castrada.
De repente, me recibo de astronauta,
Licenciada en vuelos de altura,
habitante de otra galaxia
que trasciende la puerta de entrada
solo con el viaje de mi mente sin ancladas,
sin horario de cena ni corrida obligada.
Y no es que reniegue de la vida cotidiana,
es solo el momento libre
que disfruto desparramada.
Es esta soledad momentánea
de zapping, música y risas solitarias
donde puedo transformar el mundo
de una sola pestañeada
mientras deslizo carmín por mis uñas limadas.
De encontrarme conmigo, lejos de la manada,
probablemente posible por sentir la tranquilidad,
inexorable verdad y realidad,
de saberme, siempre, tan bien acompañada.
.
Safe Creative #1011247920609

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